Cumplir con tu rutina de ejercicios regularmente es difícil, pero seguir haciéndola cuando viajas es todo un reto. Sin embargo, no es imposible. Por eso te traemos algunos simples consejos que, con un poco de disciplina, te ayudarán a lograr esta meta.
El primer paso, y el más importante, es que estés motivado desde el principio. Puede que suene fácil, pero muchas veces la falta de motivación es la que nos lleva a dejar nuestro entrenamiento de lado. No te autosabotees en ningún momento con pensamientos que te hagan querer postergar tus objetivos.
Lo siguiente es preparar tu ropa de deporte desde el inicio; empaca las cosas que utilizas regularmente como zapatillas y ropa ligera. No importa si eres de las personas que tienen cada detalle planeado o de las que lo improvisan todo, lo mejor siempre será que te levantes temprano y realices tu rutina en la mañana. Así, aprovecharás al máximo el día y estarás libre para otras actividades. Y recuerda que es sumamente importante que después de ejercitarte tomes un buen desayuno.
La mayoría de veces que viajamos pensamos que estamos de vacaciones y que necesitamos relajarnos, pero no nos damos cuenta que hacer ejercicio puede ayudarnos a cumplir con este objetivo. Ejercitarnos mantiene a nuestro cuerpo activo, alivia el estrés y hace que nos sintamos más tranquilos con nosotros mismos. Así que no pienses que al ejercitarte estarás más agotado, al contrario, verás que tendrás más energía durante el día.
Para facilitarte el cumplimiento de este plan, es importante que busques un hotel con piscina o uno que cuente con una sala de deportes que te permita continuar con tu rutina. De esta forma no quedarás supeditado a las temperaturas extremas; como por ejemplo, en un clima de la selva o en un clima como el de Cusco. Aunque recuerda que hacer actividades físicas al exterior, también es una buena forma de conocer el lugar que estás visitando. Además, puedes aprovechar para hacer turismo de aventura en algunos destinos.
Reflexiona sobre cuáles son los objetivos de continuar con tu rutina en tus vacaciones: hacerla por lo menos una cierta cantidad veces, realizarla todos los días o simplemente no perder el ritmo. No importa la razón de tu viaje, siempre podrás encontrar algún momento para ejercitarte. Por ejemplo, si estás en tu luna de miel, puedes aprovechar para hacer deporte con tu pareja, o si estás de vacaciones en familia, puedes incentivar a tus hijos a que sean más activos.
Es ideal que esto lo converses con tu entrenador y que le pidas que te prepare una rutina que se ajuste a lo que estás buscando. Asimismo, es de gran ayuda estar siempre en contacto con él. Ten su número de WhatsApp guardado en tu celular para que puedas hacerle cualquier pregunta.
Hacer ejercicio es esencial para nuestra salud; por ello no deberíamos dejarlo de lado, incluso cuando estamos de viaje. ¿Te animas a mantenerte en forma la próxima vez que visites alguno de estos destinos?